Siglos XX y Xl
En 1907, Nueva Zelanda se declaró un dominio dentro del Imperio británico y en 1947,1 adoptó el Estatuto de Westminter, que la convirtió en un miembro de la Mancomunidad de Naciones, a pesar de que en la práctica, el Reino Unido había dejado de jugar un papel importante en el gobierno de Nueva Zelanda desde hacía tiempo. A medida que el país se volvió políticamente más independiente, crecía su dependencia económica; en la década de 1890, el envío refrigerado permitió la exportación de carne y productos lácteos hacia Reino Unido, un comercio que sirvió de base para el crecimiento económico neozelandés.
Cuando fue miembro del Imperio británico, los soldados de Nueva Zelanda combatieron a su lado en la Guerra de los Bóeres, la Primera y la Segunda Guerra Mundial. El país sigue en gran parte las tendencias de la economía mundial y sufrió como otros en la Gran Depresión de la década de 1930. La crisis económica condujo a la elección de un gobierno liderado por el Partido Laborista, que estableció un amplio Estado de bienestar y una economía proteccionista.
Representantes del pueblo maorí en el Foro de Asuntos de los Pueblos Indígenas de la ONU.
De esta forma, la economía experimentó una creciente prosperidad tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, se estaban desarrollando algunos problemas sociales, sobresaliendo el hecho de que los maoríes comenzaron a dejar su típica vida rural para trasladarse a las ciudades en busca de trabajo. Se desarrolló un movimiento de protesta maorí, que criticó el eurocentrismo y trabajó para un mayor reconocimiento de la cultura maorí y el Tratado de Waitangi, que según sentían, no había sido cumplido totalmente. En 1975, se creó un tribunal Waitangi para investigar denuncias de violaciones del Tratado, y en 1985 aún seguía activo para investigar varios agravios históricos. Al igual que en otros países desarrollados, la evolución social se aceleró en la década de 1970 y las costumbres sociales y políticas cambiaron.
El acceso del Reino Unido a la Comunidad Económica Europea en 1973, redujo drásticamente las exportaciones de Nueva Zelanda al que alguna vez fue su mayor mercado. Esto y la crisis del petróleo de 1973 trajeron consigo importantes cambios económicos y sociales durante la década de 1980, todo esto bajo el cuarto mandato del gobierno laborista, encabezado por el Ministro de Hacienda, Roger Douglas. Este personaje introdujo una serie de medidas para transformar la economía, comúnmente denominadas como Rogernomics, las cuales comenzaron a funcionar desde 1984.
Las nuevas políticas económicas llevaron a la liberalización de la economía de Nueva Zelanda, lo cual evitó una crisis económica y llevó al país a mantener relaciones diplomáticas con más estados, destacando Australia y Estados Unidos, además de participar en varios conflictos armados alrededor del mundo. Para principios del siglo XXI, se mantiene como uno de los países con mejor calidad de vida, según la ONU; aunque la inmigración, la desigualdad social y otros fenómenos como la fuga de cerebros, son algunos de los problemas que aún prevalecen en el país.