Infraestructuras
En 2008, el petróleo, el gas natural y el carbón generaron aproximadamente el 69% del suministro de energía de Nueva Zelanda, mientras que el restante 31% provino de fuentes de energía renovable, principalmente la energía hidroeléctrica y la energía geotérmica. La red de transporte neozelandesa consta de 93.906 km de carreteras, con un valor estimado de 23 mil millones de dólares. La mayoría de las principales ciudades y pueblos están unidos por servicios de autobús, aunque los automóviles privados son el modo predominante de transporte. En 1993, los ferrocarriles fueron privatizados, pero eventualmente volvieron a ser una empresa de propiedad del Estado. Los ferrocarriles corren a lo largo del país, aunque la mayoría de las líneas transporta carga en lugar de pasajeros.
La mayoría de los visitantes internacionales llegan por vía aérea, gracias a los siete aeropuertos internacionales que existen. Sin embargo, de estos siete, sólo el de Auckland y el de Christchurch tienen vuelos directos a otros países aparte de Australia o Fiyi. La Oficina de Correos de Nueva Zelanda mantuvo un monopolio sobre las telecomunicaciones hasta 1989, cuando se creó Telecom New Zealand, inicialmente una empresa del Estado que fue privatizada un año después. Telecom aún posee la mayor parte de la infraestructura de las telecomunicaciones en el país, pero la competencia de otros proveedores del servicio continúa en aumento.
El radio y la televisión comenzaron sus transmisiones en 1922 y 1960, respectivamente. La desregulación en la década de 1980 vio un aumento repentino en el número de estaciones de radio y televisión. La televisión de Nueva Zelanda emite programación en su mayoría de origen estadounidense y británico, junto con un gran número de programas de espectáculos australianos y locales. La industria de los medios de comunicación de Nueva Zelanda está dominada por un pequeño número de empresas, la mayoría de los cuales son extranjeras, a pesar de que el Estado mantiene la propiedad de algunas estaciones de radio y televisión. Entre 2003 y 2008, Reporteros Sin Fronteras colocó a Nueva Zelanda dentro de las veinte naciones con mayor libertad de prensa.